En cualquier parte del universo, si no antes después, los individuos que no consideran que están en una situación ya sea social, laboral o de cualquier tipo que se considera injusta han protestado. Existen muchísimos tipos de protesta, desde la misma guerra por la que los españoles echaron a los franceses tras la invasión napoleónica, pasando por una guerra sin armas como la que protagonizó Gandhi, así como cualquier manifestación que pueda haber en cualquier lugar.
Pero también uno tiene que tener en cuenta aquellas pequeñas afrentas que le azotan en su día a día. Podemos tener un compañero de trabajo o de estudios que nos maltrata verbalmente, un vecino insoportable, o un jefe que se aprovecha.
En mi viaje por este mundo me he propuesto protestar por mi actual situación laboral. Después de escuchar durante más de un año que mi brigada me está buscando trabajo y este no llega, he decidido buscar por mi cuenta y por otro sitio una solución laboral. Sin embargo, a mi brigada le parece mal que me busque la vida por otro sitio ya que, según él, él ha hecho mucho por mi y que yo no puedo dejarlo ahora tirado. Sin embargo, sigue sin saber cuándo empezaré a trabajar. En dos días ya me han invitado dos veces a que deje este barco que nadie sabe cuándo saldrá del puerto.
Mañana espero tener una conversación con el capitán. Al capitán le plantearé si es justo que yo no pueda buscarme la vida por otro sitio cuando durante un año no hemos partido y además tengo que esperar otro tiempo indefinido más. El capitán espero que me responda alguna de estas dos cosas. Primera, que sí es justo que yo lo piense, aunque al brigada le parezca mal, y que me esté aquí hasta que yo quiera, que cada uno es libre. O por el contrario, que yo no puedo pensar eso, pues si estoy en este barco tengo que estar única y exclusivamente aquí y partiremos cuando la mar lo dicte.
Este barco es muy bonito. Cuando "la mar lo dicte" partiremos, pagarán bien y el trabajo será interesante aunque el trayecto sea por aguas conocidas. El viaje tiene una escala dentro de un año, con la posibilidad de: o no seguir, o seguir otro año más, o dos años más dependiendo de a qué puerto lleguemos. Y finalmente, en el mejor de los casos podría salir con la graduación de almirante; entonces se me abrirá la posibilidad de ir a nuevos barcos, aunque en este momento todo son conjeturas.
Sin embargo, he divisado que necesitan grumetes en otro barco que parte en unos meses. Este otro barco, es muy muy atractivo. Es un barco para el que hacen falta una serie de pruebas para entrar. Pagan muy bien y el viaje sería por aguas desconocidas, con todas las aventuras que eso conlleva: conocer nuevos marinos, conocer piratas, peligros,... aunque el trabajo es sin sustancia. Hay una posible escala dentro de un año para subir a otro barco diferente, o por el contrario terminar la travesía siendo lo mismo que entré, un grumete, pero con muchas nuevas historias que contar y con las que rellenar este blog.
La decisión final es sólo mía.... siendo un interesante dilema. Aunque me gustaría que, si podéis me ayudásies un poco con vuestros comentarios.
Gracias de antemano.
Pero también uno tiene que tener en cuenta aquellas pequeñas afrentas que le azotan en su día a día. Podemos tener un compañero de trabajo o de estudios que nos maltrata verbalmente, un vecino insoportable, o un jefe que se aprovecha.
En mi viaje por este mundo me he propuesto protestar por mi actual situación laboral. Después de escuchar durante más de un año que mi brigada me está buscando trabajo y este no llega, he decidido buscar por mi cuenta y por otro sitio una solución laboral. Sin embargo, a mi brigada le parece mal que me busque la vida por otro sitio ya que, según él, él ha hecho mucho por mi y que yo no puedo dejarlo ahora tirado. Sin embargo, sigue sin saber cuándo empezaré a trabajar. En dos días ya me han invitado dos veces a que deje este barco que nadie sabe cuándo saldrá del puerto.
Mañana espero tener una conversación con el capitán. Al capitán le plantearé si es justo que yo no pueda buscarme la vida por otro sitio cuando durante un año no hemos partido y además tengo que esperar otro tiempo indefinido más. El capitán espero que me responda alguna de estas dos cosas. Primera, que sí es justo que yo lo piense, aunque al brigada le parezca mal, y que me esté aquí hasta que yo quiera, que cada uno es libre. O por el contrario, que yo no puedo pensar eso, pues si estoy en este barco tengo que estar única y exclusivamente aquí y partiremos cuando la mar lo dicte.
El barco donde llevo anclado más de un año |
El segundo barco, una aventura |
La decisión final es sólo mía.... siendo un interesante dilema. Aunque me gustaría que, si podéis me ayudásies un poco con vuestros comentarios.
Gracias de antemano.
5 comentarios:
Buen dilema se te plantea en este momento.
Para empezar, lo primero que yo te diría y que has dicho tu al final de la entrada, es que el que toma la decisión final eres tu, independientemente de que le siente mal a tu brigada o no.
Aunque suena muy típico, quizás lo mejor es que hicieras una lista con los pros y los contras de cada una de las posturas que tengas, las sopeses y elijas la que veas más conveniente.
No temas por las nuevas aventuras o por lo desconocido, sino que piensa que es un nuevo reto y que si te lo propones lo conseguirás.
Suerte con tu decisión, que sepas que tienes todo mi apoyo en lo que elijas. Ten en cuenta que siempre podemos equivocarnos, pero ¿no está bien tener esa oportunidad?
De los errores también se aprende, y la satisfacción de saber que eres tú el que decide tu destino es mayor que el fracaso que puedes haber sufrido por esa decisión.
Espero que te sirva de ayuda o de ánimo. Un saludo.
Yo me iría en este segundo barco. No sé porqué pero hay algo en su viaje más atrayente.
El segundo barco es más atrayente... pero creo que finalmente montaré en el primero... de todas formas, he solicitado el trabajo de grumete en el segundo...
si ves que tu barco no avanza no lo dudes y busca un barco más rápido. lo importante es llegar a buen puerto. y para hacerlo antes hay que zarpar ;)
mmm quizá yo también me iría en el segundo... y me quedaría toda la vida arrepintiéndome de no haber cogido el primero!
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