La toma de la capital

Sábado por la noche. Llevábamos esperando ese momento durante toda la semana. La noche caía y sabíamos que era el momento, el momento de atacar. Nos disponíamos a tomar dos objetivos iniciales y por último el gran final: la capital. Para una mayor eficiencia nos dividimos en dos equipos.

Como avanzadilla: Little, Viridí y yo. Fue difícil llegar al primer destino, ya que hubo muchos retrasos, pero llegamos: un chiringuito en mitad de una plaza. El objetivo era tomar toda la bebida espumosa amarilla y otra de color rojizo con bloques de hielo que habían en su interior. No fue difícil, más bien todo lo contrario. Los indígenas de la zona no lucharon porque quisiésemos robarles su licor, sino que muy alegres y llenos de jolgorio nos la ofrecían como ofrendas a extraños que vienen de otros planetas (si ellos supieran de donde soy...).

La bebida, nos hizo sentirnos como en casa. Las luces brillaron más, las conversaciones se hicieron más interesantes. Los amigos eran más amigos. Pero los recuerdos de la familia y el fragor de la lucha nos hicieron sentirnos débiles. Little no aguantó la presión y cayó en acto de servicio. Viridí y yo pudimos salir a flote de tal embiste y nos mantuvimos firmes hasta que vino el grueso del pelotón: Yaker, Risitas y Perillón.

Ahora ya sería más fácil llegar a nuestro siguiente destino: tomar la bebida venezolana que unos chinos habían robado ¡¡¡Y vamos que si la tomamos!!! Llegar y cargar. Muy fácil. Aunque las consecuencias no se hicieron esperar... la bebida nos hacía mezclar idiomas y esto nos traía problemas, ya que nuestro coche rompió los "love-tiguadores" dijo uno... Tal consecuencia hizo que tuviésemos otra baja: Risitas ya no reiría más. Pero ahora quedaba la misión más importante, el último objetivo: la capital.

Los habitantes de la capital nos lo pusieron muy difícil. Desde la misma entrada, fuertes medidas de seguridad rumana. Burlamos tal seguridad pero dentro nos esperaba el pueblo... inhalaban un humo que provenía de un pequeño cilindro de unos 10 cm cubierto de papel blanco con una punta normalmente naranja y relleno de hojas machacadas secas. Las chicas se movían sensualmente debido a música proveniente de grandes cajas negras. Repartimos el trabajo... Yaker y Perillón tomaron la bebida de la capital... Viridí tomó a una chica y yo tomé el humo.

Representación del acto de la inhalación.

Las heridas internas que me produjo el humo fueron fatales... mareos, sudores fríos,... Ese humo mortal contaminó mis pulmones y me contaminó a mi. La primera y la última vez... humo mortal lucharé contra ti el resto de mi vida, la cual esa noche terminaste apagando...