jueves, 13 de septiembre de 2007

See ya folks!!!

Ya queda poquito, así que prefiero hacerlo mientras pueda leer vuestros comentarios. Abandono el planeta español durante un tiempo. Echadme de menos, pues yo os echaré de menos.
Londres
Road to London, there I go.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Alma en venta

A fecha de 10 de septiembre a la 1:35 de la madrugada, un alma puede ser tuya, con todos los papeles en regla por menos de 50€.
Alma en venta

jueves, 6 de septiembre de 2007

Dos penas. Una sóla para el madridismo.

Actualización
Gracias a Jovekovic, porque había cometido un gran fallo del que nadie se había dado cuenta. El himno del Madrid lo canta Plácido Domingos y no Luciano Pavarotti.

La primera pena es el fallecimiento de Luciano Pavarotti. Descanse en paz Luciano.

Adiós Luciano.
Y por otro lado, puede que Oleguer no juegue más al fútbol durante un tiempo, ya que se sentará en el banquillo, aunque esta vez en el de los acusados. Una pena para el madridismo.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Se acabó La Tempestad, comienza El Último Catón

Hace algunos días que terminé La Tempestad. Ahora os puedo contar que, observando el cuadro del mismo título de Giorgione, el libro es un constante reflejo de esa obra en los personajes, en sus acciones, además de que tal obra es el centro de la trama.

A pesar de que este libro es un Premio Planeta del año 1997 a mi juicio me parece un poco lento y pobre de argumento, pues según avanzan las páginas, apenas sucede mucho. Ahora he comenzado un libro nuevo: El último catón de Matilde Asensí. El lenguaje es más asequible a mi nivel del castellano y las acciones van sucediendo rápidamente, por lo que aunque apenas llevo unas cien páginas, me está gustando mucho más que el libro anterior.

Será simple casualidad, pero el terminar La Tempestad coincide con el fin de otra pequeña etapa de mi vida. Tal vez sería exagerado decir que es el fin de una tempestad personal, pero sí el fin a un duro trabajo realizado.

Mi actual tempestad personal, espero que termine también pronto, pues si no os acordáis de mi brigada, es septiembre, y vuelve con ilusiones renovadas del verano para tocar las narices.