Mi brigada y yo: reconduciendo

Mi brigada es un hombre de mediana edad. Curtido por el sol y por las batallas según dice, pocas hazañas se cuentan de él, aparte de que es un gran manipulador. Es una persona a quien le gusta su trabajo: dirige a una gran cantidad de grumetes y marinos para que todos funcionen como engranajes de una gran maquinaria, aunque un mono adiestrado haría lo mismo. Y otra cosa no sé, pero ha navegado muchísimo, razón por la que tiene muchos amigos en diferentes puertos, pero también tiene muchos no amigos en el puerto de echar anclas.

Entre sus distintas funciones tiene la de formar a un grupo de grumetes: niños y no tan niños que sueñan con ser marinos. Se suelen hacer algunas pequeñas travesías para que conozcan cómo es la vida a bordo y si les interesa y hay sitio, pueden quedarse. Además, mi brigada suele tener algunos marinos de carrera, jóvenes que quieren terminar sus estudios en marina y que realizan algún tipo de especialización a bordo.

Este año, mi brigada tenía su grupito de grumetillos como de costumbre desde febrero y dos marinos de carrera para la especialización desde octubre. Él que siempre ha trabajado como el que más, este año había pensado en intentar superarse a sí mismo, y a pesar de ser hombre de la vieja escuela, rejuvenecerse introducir las nuevas tecnologías en la formación que imparte. De este modo, a los grumetillos les encargó cosas de las que no tiene ni idea y habló con el brigada de otro barco para que los dos marinos de carrera aprendiesen alguna cosa nueva en ese otro barco. De este modo, el otro brigada ganaría dos chavales para su tripulación, mi brigada popularidad y los marinos de carrera terminarían sus estudios.

Pero todo le ha salido mal. Como era lógico, no se les puede pedir, aunque sean grumetillos, trabajos que ni tú siquiera conoces, porque se pierden y no sabes reconducirlos. Además, el otro brigada no ha aparecido, por lo que los dos marinos de carrera se quedan sin aprender lo que tenían pensado.

Arrr-econducir

¿Cómo se reconduce todo esto? Muy fácil. Mi brigada habla conmigo y me dice: "¿por qué no les enseñas a los grumetillos lo que tú haces? Así reconduces lo que tienen que aprender a lo tuyo. Y de paso, reconduce también los dos proyectos de los marinos de carrera". A reconducir a los grumetillos no accedí, pero sí le oferté un par de ideas para los proyectos de los marineros de carrera. Tales proyectos deberían presentarse terminados en junio... y fíjate cuándo han empezado a saber qué hacer, ¿en qué los has tenido entretenidos todos estos meses desde septiembre, señor brigada?

Pero mi brigada, que es muy listo, tomó una de esas dos ideas de los proyectos como prácticas para los grumetillos. Estas prácticas han de estar terminadas para finales de mayo, pero sin embargo.... él no tiene ni idea de cómo explicarlas siquiera. Al desconocer mi brigada los pormenores de mi labor me dice: "¿Por qué no les explicas las prácticas a los grumetillos? Bueno, y ya puestos, ¿por qué no das tú las clases a los grumetillos?". Este hombre, me ha vuelto a tocar los huev... las narices... ¡ahora tengo que estar detrás de los grumetes!

Sí, te puedes negar, como bien dijo alguien por ahí "donde manda patrón, no manda marinero". Así que de aquí hasta fin de curso, estoy reconduciendo los errores de mi brigada. Pero para mayor inri, me dice: "pero ten en cuenta que esto lo hago por ti, para abrirte nuevos caminos"... ¡¡¿Caminos de qué?!! ¡¡Si estoy haciendo lo que tú tienes que hacer!! ¡¡¿Y quién hace mi trabajo?!! Ahora estoy pluriempleado y cobrando lo mismo que estaba cobrando: nada, es decir, 0€. Los marineros sólo ganan dinero cuando los barcos navegan, y como ya os dije, ahora estamos amarrados, lo cual no implica que los oficiales mantengan su sueldo y que no haya trabajo por hacer.