Adaptarse a cada peldaño del viaje es difícil, pero en este último estoy poniendo la rodilla en el hombro, y creo que ni así alcanzo. No me quiero quejar más.
Aunque no haya un tú concreto, quiero dedicarte esta canción a ti que al menos leíste este, mi último post.
Recuerda que mi próximo huésped, podrías ser tú.
Ya no existe La Estrella, ya no existe Sevilla. Ya, no existo.